jueves, 20 de enero de 2011

Captulo 10


...el paisaje se reflejaba perfectamente en ellas y aunque estaba ansiosa por llegar al destino intenté relajarme.

Lo miré, seguramente no se dio cuenta, pero analicé cada uno de sus gestos, primero giró hacia la derecha, seguramente intentaba desviar la mirada de mi rostro mientras estaba en la carretera, luego hizo un vano intento de sonreír. Algo había pasado, su cara había cambiado hace milésimas de segundo, ya no estaba tan feliz como antes.
El coche frenó en seco, abrió la puerta, y me arranco bruscamente del asiento del copiloto.
-Josh ¿Qué pasa?- grite desaforadamente.
-Calla.
Me cogió del brazo y me guió campo a traves, el día se había nublado, y al parecer, su personalidad también. Unas gotas comenzaron a descender por mis mejillas. Únicamente era lluvia, pero podrían haber sido perfectamente lágrimas. Ahora, me sentía rota, como si él no fuera verdaderamente aquel chico de que estaba enamorada, como si ni siquiera confiara en mi. Simplemente un extraño al que estaba atada como una marioneta estropeada.
Frené, ¿Para que correr sin motivo aparente? ¿Qué importaba?
Me miro a través de las gafas, no parecía él, pero en el fondo, un grito de socorro pedía ayuda. Decidí continuar caminando, aunque de este modo, no seguiría por mucho tiempo.
Las hierbas punzantes, perforaban en nuestros tobillos, la tormenta, incrementaba por minutos, y el coche se encontraba ya a metros de distancia...