Capítulo II

-Ya-le contesté un poco asustada.
-Por que no bajas-me dijo enseguida.
-E... son las 4:30, es un poco tarde ¿no?-Respondí, aunque no me apetecía otra cosa más que lanzarme a sus brazos.
-Venga por fa...
-Bueno vale.
Me puse un vestido negro. adornado por un cinturón oscuro y una chaqueta de lana gris. Me até las viejas converse lo más velozmente posible.
A continuación, cerré la puerta lentamente, haciendo el menor ruido.
En la calle, el aire era espeso y la niebla no me permitía verle.
Deslicé la mano por la oxidada barandilla y bajé las escaleras lo más rápido que me dejaron las piernas.
Las farolas, antiguas, como todo lo del lugar donde me encontraba, daban una tenue luz, con la que me era imposible saber a dónde me dirigía, pero cuando llegué a la plaza, él...
Greta B.